Hace unos días leí una frase que decía algo así como: «No vayas detrás del dinero, mejor deja que venga»
Esta frase es lo que me llevó a pensar en una cuestión: y es que este enunciado, da por hecho que solo hay un «modo», es casi como una frase «trampa», parte de un lado, olvida el otro.
Si partiésemos del planteamiento que hay dos «dimensiones» del dinero: La femenina y la masculina, esta frase estaría omitiendo una de ellas.
Qué significa «deja que venga»? cuando decimos «deja que venga,» mi mente se imagina a alguien que no hace nada, solo piensa, solo espera, mira por la ventana de su casa y el dinero entra como el viento
¿Pero es así? Dejar que venga ¿es solo eso? o ¿es una parte?
¿Pero es así? Dejar que venga ¿es solo eso? o ¿es una parte?
Creo que es solo una parte del proceso…Quien no sabe permitir, no sabe recibir. Muchas personas se sienten mejor dando que recibiendo, y son las mas rápidas en palabras de rechazo.
¿Te has encontrado personas que rechazan todo? Casi siempre dicen que no a todo, el «no» es lo primero.
Es como si tuvieran unas rejas invisibles que se activan al tocar un botón.
– «No puedo»,
– «No se»,
– «No estoy preparad@»,
– «No debo «aceptarlo»
– » No tengo tiempo»
– » No me lo puedo permitir»
– «No lo necesito»
No digo que siempre sean excusas pero digo que «no saber recibir» es algo mas corriente de lo que parece…
Pero ¿Qué sería el Dinero Femenino o la dimensión femenina?
Sería precisamente esto, el «saber recibir», es la actitud receptiva, se habla mucho de «estar abierto», pero ¿Es verdad?. Si te pillas diciendo esas frases, cuando te llega un trabajo, una oportunidad, un regalo, es que no estas receptivo, no estas preparado a recibir.
Hay muchos otros modos o formas en que se ve esta dimensión.
– En tu web, ¿Es fácil contactar contigo?, porque si no dejas tus datos no te encuentran.
– ¿Respondes rápidamente a tus correos? 24 o 48 horas es un plazo aceptable. Abrir el correo, cada diez días, no es suficiente.
– ¿Sabes pedir lo que necesitas para tí?. Porque hay quien solo sabe pedir para otros.
– Aceptas un piropo o un halago sincero, entra dentro de saber recibir.
La dimensión femenina del dinero se manifiesta de esa formas que no controlamos, cuando no hacemos nada para buscarlo, de repente la gente habla, y nos hace boca a boca…
El boca a boca es una dimensión femenina, del sin hacer nada por buscarlo, el dinero viene, los clientes nos buscan. Nos cae una «suerte», alguien se acuerda para recomendarnos. Recibimos.
¿Que sería el Dinero Masculino o la dimensión masculina?
Sería la otra dimensión, la activa, la del trabajo, la de ir a vender, a visitar, hacer una estrategia de venta, hay incluso exposiciones y charlas masculinas.
– El modo masculino cada día se plantea una tarea un objetivo.
– Ofrece su servicio o producto, sin ocultarse.
– Es la disciplina, hay que salir por el cliente.
– En definitiva es el hacer, la parte mas activa, porque el hacer tiene consecuencias.
– Ese vendedor que no escucha y solo quiere «convencer», es la parte mas extrema.
– Ese vendedor que no escucha y solo quiere «convencer», es la parte mas extrema.
Y muchas veces unos están en «no recibir» y otros están en «no hacer», «no mostrar» el equilibrio sería estar en las dos dimensiones, estando receptivos y haciendo. «Ora et labora», decia un sabio.
Hay ciertas personas que se fundamentan en uno de los lados, y suelen excluir el otro de un modo consciente y otras inconsciente. Quien se ubica en la parte «femenina», suele negar su masculina: «no se vender», «no me gusta vender», «no quiero vender», «quien deba llegar, llegará sin hace nada».
Una reflexión que hago mas allá, ¿Te has fijado que las figuras legales para «recibir dinero» tienen un nombre en femenino? Una sociedad, una fundación, una asociación, una cooperativa.
En cambio hay también está eso de «hacerse autónomo», los autónomos son el sector con menos concesiones, ni ayudas, ya la palabra está en dimensión masculina..de los «autónomos»…existe el famoso chiste «Si quieres tener muy buena salud, hazte autónomo nunca enfermeras».
En el universo todo es masculino y femenino,y todo refleja estas dos caras, también en la económica.
El mayor equilibrio se verá cuando las dos dimensiones del dinero funcionen correctamente sin excluirse, cuando ninguna nos es ajena, el hacer, el no hacer, el recibir y el dar, en su justa medida.
LOLA C. BELMONTE
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