Me rindo, esa es una de las frases que algunos de mis clientes, me suelen decir, no se puede, ya probé todo. Y lo bueno es que a veces, en una sola sesión, podemos desmontar esa idea y montar otras ideas más convenientes.
Y ya sabemos que si algo está en tu mente, puede estar en tu vida, si le pones corazón. Muy importante…
Entonces el trabajo de «lanzamiento» es como si hiciéramos una «limpieza de armario», hay que bucear en los cajones para recuperar la ropa que sirve, tirar la que no sirve y sustituir por cosas nuevas, conservando la esencia.
Ampliaremos el repertorio con prendas nuevas que son clave y así en esta renovación, también ofrecemos nuevas instrumentos de mantenimiento, perchas, organizadores de armarioy difusores. Tan bonito quedará todo que te darán ganas de que cuando alguien vaya a tu casa de visita, lo primero que le enseñes sea tu armario.
Tan bonito que le harás fotos y las enseñarás a todo el que quiera verlas. Mira mi armario que bonito ¿no? ¿Te parece absurdo? ¿No enseñan los padres las fotos de sus hijos? Están orgullosos. Yo enseño la foto de mi gato.
Todo es una metáfora, por supuesto.
Pero imagina que el «armario» guarda tus servicios de terapias, es tu trabajo, es quien eres en el mundo, y es lo que dices cuando te preguntan “que haces”, es tu tarjeta, es lo que pones en tu bio, lo que cuentas de tí, como lo cuentas…
Esa es una de las partes más complicadas de hacerse más visible, a veces es cambiar un nombre, una definición, un texto, un título, una presentación, crear un evento nuevo y novedoso que resalte. Es una renovación. Es un descubrimiento.
Definirse a uno mismo, es re-descubrirse, y hacer que te descubran. Es un trabajo de «visibilidad».
Es una fase por las que se pasa. Este texto de abajo es del libro de Tony Robbins “Toma el Control de tu vida “ el también tuvo dificultad al en encontrar la ropa para su «armario».
Así es como se define Tony Robbins:
«Durante años, la gente me preguntó qué era lo que yo hacía exactamente. En diversas ocasiones intenté usar diferentes metáforas “soy un profesor “, soy estudiante, soy un educador de la excelencia humana, soy un orador, soy el autor de un best seller nacional, soy un asesor en actuaciones cumbre, soy un terapeuta, soy un consejero…
Sin embargo ninguna transmitía el sentimiento correcto. La gente me ofreció muchas metáforas. Muchos me conocían a través de los medios de comunicación como un gurú.
Se trata de una metáfora que yo evito porque tengo la impresión de que con ella va unida la presuposición de que la gente depende de mí para efectuar el cambio, lo que no contribuirá para nada a darles poder.
Como estoy convencido de que todos tenemos que ser responsables de nuestro propio cambio, evitaba esta metáfora.
Un buen día sin embargo, la encontré: “Soy un entrenador”, pensé ¿Qué es un entrenador?
Para mí un entrenador es una persona que es su amigo, alguien a quien usted importa realmente. Un entrenador se compromete a ayudarle a ser lo mejor que puede llegar a ser. Un entrenador le desafiará, sin soltarle de su mano.
Los entrenadores tienen conocimientos y experiencia porque ellos ya han estado allí antes. No son mejores que las personas que entrenan. De hecho las personas que entrenan pueden tener habilidades superiores a las suyas.
Pero como el entrenador ha concentrado su poder en un ámbito particular durante años, puede enseñarle una o dos distinciones capaces de transformar inmediatamente su nivel de ejecución en cuestión de momentos.
A veces, los entrenadores pueden enseñarle nueva información, nuevas estrategias y habilidades, mostrándole como obtener resultados mensurables. Otras veces, el entrenador ni siquiera le enseña lo nuevo, pero le recuerda lo que tiene que hacer en el momento justo, y le impulsa a hacerlo.
Así pues, pensé: Soy, en realidad, un entrenador para el éxito. Ayudo a entrenar a la gente acerca de cómo conseguir lo que desea realmente, y hacerlo con mayor rapidez y facilidad.
Y todo el mundo necesita un entrenador, tanto si se trata de un ejecutivo de alto nivel, como de un estudiante universitario, un constructor, una persona sin hogar o el presidente de los Estados Unidos.
En cuanto empecé a utilizar esta metáfora cambió inmediatamente la forma de sentirme con respecto a mí mismo…
No tenía que ser perfecto, ni mejor. Empecé a divertirme más, y el impacto que ejercía sobre la gente se multiplicó muchas veces».
Todo el mundo necesita un entrenador en alguna faceta de su vida, todos somos entrenadores, mis alumnos son entrenadores en lo suyo. Yo en lo mío «entreno a terapeutas a encontrarse con sus clientes».
Y tú ¿Como te defines? ¿Tienes listo tu armario? ¿Te dan ganas de enseñarlo? ¿Aún tienes miedo a hacerte visible?
Si aun tienes miedo de mostrarte quizás tienes el síndrome de «invisibilidad sistémica», aquel que se esconde de sí mismo, por miedo a los fantasmas de su sistema, y se reconoce por el miedo irracional a dejarse ver. Pero a veces esa ocultación se consigue de otros muchos modos. A veces se detecta cuando alguien dice que «ha hecho de todo», menos lo imprescindible.
Se busca siempre «promoción» porque la promoción puede venir de afuera, en cambio la «visibilidad» viene de adentro, tal como lo explica Tonny cuando, pudo «definirse» y «reconocerse» a sí mismo, el trabajo se multiplicó.
Si me gustó.
muchas gracias
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