Cada mañana en mi casa se realiza un ritual de pertenencia. Dicho ritual es muy importante para él, aunque para mí también es deseable. El es mi gato, pero es muy parecido a los humanos.
El ritual es el siguiente: empieza cuando le pongo comida en su plato, y el no me deja irme así como así. Me maúlla, pide lo suyo y es curioso, no se conforma con la comida. No solo de comida vive el gato.
Lo suyo es que yo me siente a su lado y lo mire, entonces el empieza sus paseítos, desde el plato hacia a mí. Un bocadito y una vuelta, en la vuelta el objetivo es darme un cabezazo, conseguir que le acaricie. Dicen los entendidos gatunos, que esto lo hacen para «marcarte» con la hormona de la felicidad que segregan en su cara.
Significa que está contento, pero lo que también significa en su lenguaje, es algo como: “Ya sabes quién es el “dueño”, “tu eres mi humana, yo soy tu gato” «me perteneces», y no debes darle de comer a ningún otro gato.
Es una especie de ritual de pertenencia, él se «asegura»que le ponga comida cada día, a mi me da más paz en la casa. He comprobado que los días que por algún motivo no le sigo el ritual, él está más agresivo, más nervioso, come con ansiedad, maulla mucho y reclama más atención después. Mejor empezar bien el día.
Si los gatos necesitan que les miren, que les toquen, les acaricien y hablen, si ellos necesitan «pertenecer» o que les «pertenezcas», ¿Cómo es en las personas?
El principio de la “pertenencia” es uno de los principios básicos en la teoría sistémica.
Todos necesitamos que nos miren, nos reconozcan, nos quieran, sentir que pertenecemos por pleno derecho. Por desgracia este principio no se cumple siempre. No se hace sentir, y ahí empieza la falta de paz en las personas y en los sistemas, en la separación o la ilusión de separación.
Cuando hablo de «sistema» no importa en cual estés pensando: tu familia, tu empresa, tu grupo de amigos, una ONG, un equipo de futbol, el club de ajedrez o el grupo del gimnasio, o en un pais, una comunidad…
Todos los sistemas comprenden sus propios “rituales de pertenencia”, Bert Hellinger, padre de las constelaciones, filósofo y estudioso de los sistemas humanos, se dio cuenta que estos rituales eran una parte importante en las tribus africanas y que gracias a ellos, el grupo se sentía unido y en paz. Sin embargo en las sociedades mas “modernas” estamos desconectados.
Mi gato busca su paz y su pertenencia con sus cabezazos. Los humanos tenemos los besos, abrazos, las palabras…las comidas familiares, y muchos otros rituales …con ellos también estamos diciendo, te queremos, perteneces “eres uno de los nuestros”.
Si observamos con mirada sistémica, el mundo está lleno de rituales de pertenencia, pero también si observamos, está el otro lado, la exclusión. Cuando no te invitan, no te hablan, te eliminan del mapa. O tu lo haces. En la «exclusión» pasa lo contrario, a alguien se le está diciendo, no perteneces, no te queremos, o no te queremos ni ver.
Esta exclusión puede ser en el presente, (ejemplo: alguien se pelea con su pareja y habla a los hijos mal de su padre, ya está causando una exclusión, que tarde o tempranopagará).
Pero además, en «sistémica», se ve que una exclusión en el pasado familiar, repercute a los de hoy. Dado que la energía es “atemporal”, lo que fue excluído hace 70 años, sigue siéndolo y causando sus efectos hoy.
El síntoma o efecto de esta exclusión puede ser
una enfermedad grave, muchas veces una de esas raras,
puede ser la ruina, o las pérdidas,
el no tener pareja,
el ser propenso a robos, a accidentes, a verse envuelto en engaños,
o simplemente es una falta de paz interior que con nada se calma.
Una gran parte del trabajo en los talleres de constelaciones es precisamente el trabajo de «restaurar la pertenencia» para que la vida fluya más fácil.
Cuando algo no fluye, en la mayoría de los casos existe una exclusión, algo que no podemos o no queremos ver. Y solo mirando desde «fuera» podremos verlo. A veces necesitamos ayuda:
Como dijo Einstein “Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de consciencia en que se creo” Esto es lo que permiten las constelaciones, la mirada a todo el sistema.
Una vez que se llega al origen, se trabaja mediante palabras sanadoras, (las que faltaron) para disolver el bloqueo y hacer que vuelva a circular el amor, la relación, la paz, la salud, la abundancia.
En definitiva si nos fijamos, las Constelaciones son como «rituales de pertenencia», y un ritual de pertenencia es también un ritual de Abundancia.
PD: En el «Laboratorio de Proyectos» nos centramos en proyectos «sintomas económicos» , pero pronto abrire talleres de otros síntomas.
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Aquí en una de mis últimas charlas en Ecocentro, Rituales de Pertenencia
PDD: Constelaciones desde tu casa, via Online.
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