Me dijeron hace poco que se vendió una de las últimas casas que constele «la casa de sangre».
La casa de la que hablo tenía fachada de color sangre. Pero llamo así a las casas de parejas rotas, parejas tóxicas, dificiles de vender.
La mujer vino a uno de mis talleres, llevaba años queriéndola vender, esa casa y otra más, pero no se conseguía. Todo estaba atascado.
La mujer relataba que incluso los carteles que colgaba para la venta acaban cayéndose al suelo, como si fuera que alguien misteriosamente los retiraba, sospechándose del ex marido, que se oponía con toda su energía en esta venta.
Estas casas que representan el último vínculo entre una pareja, son casas difíciles de vender por el acúmulo de emociones.
Son de las que requieren más trabajo. Son relaciones intensas y difíciles, cuando surgen las rupturas suelen traer cola.
Cuando se presentan estas casas, el trabajo primero es limpiar y cerrar esa herida, ayudando al cierre armonioso de la pareja, aun en la distancia. Basta con que uno de los implicados quiera y venga a trabajarlo, porque lo bonito de la técnica es que al cambiar la mirada cambiamos la situación, y así sucede.
La emoción cambia, la energía cambia y las ondas que se emiten cambian, y así se produce lo inesperado.
Se trabajó con la mujer, en aligerar la densidad emocional, y en empoderarla y en despedirse de otro modo, todos somos víctimas y verdugos y asumir eso es muy distinto que estar en uno de los lados.
La casas no son solo objetos, muchas veces son «pruebas de amor», son un regalo del marido a la mujer, es lel lugar donde los hijos se han criado, el último vínculo con el ser querido que se marchó.
Y es, a veces, delicado que las personas decidan sobre las casas que las han cobijado, y donde han sido felices, por esta razón vemos casas vacías, abandonadas, hay quienes las convierten en una especie de mausoleo y son incapaces de despedirse, conozco a hijos así que no quieren vender ni alquilar, y aunque la casa vaya cumpliendo años y acumulando gastos, y aunque la economía de las personas se resienta, no son capaces de hacer nada con la casa. Porque esa casa es el vínculo con sus seres queridos que ya no estan.
Esto ocurre con las casas de los padres, pero también con las casas de parejas rotas, estas son casas que guardan historias pasionales y tóxicas, cuanto más tóxicas, más dificil.
Pues bien me comunicaron que en ese mismo año, en que trabajamos en constelación de la mujer de la casa roja, ya vibrando de otro modo, dio los pasos para la venta y en menos de un año después fue vendida. No solo eso, sino que otra casa que la mujer tenía a medias con su familia también fue vendida. Ella estaba feliz con su racha de buena suerte.
Pero la felicidad también puede venir de conseguir soltar los recuerdos del pasado y poder iniciar nueva vida.
Y se que algunos pueden decir que es que la crisis está pasando, las ventas estan repuntando, bueno, cada cual es libre de adjudircarlo a lo que desee. Dos casas en el mismo año de la misma persona también es casualidad, digo yo.
Hay algo que se, cuando las personas vienen en ayuda para su casa, se que la venta o no venta es muchas veces reflejo de emociones, si esa persona cambia sus emociones todo cambia.. Si te interesa saber más. Sigue por aqui suscribete.
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